Piura, octubre 25.- Continuando con las celebraciones por los 25 años de Takillakkta fuimos a la ciudad de Piura respondiendo a la invitación generosa que con tanta anticipación nos habían hecho los miembros de la parroquia Santa Rosa, impulsados por su párroco, Monseñor Luciano Masa Huamán, Vicario General de la Arquidiócesis.
Apenas al llegar la calidez de los piuranos se hizo sentir con su acogida y atenciones. Todo estaba perfectamente organizado para recibirnos y para realizar el concierto esperado.

El teatro Municipal, restaurado hace poco tiempo, fue el escenario donde ofrecimos nuestros cantos, como sencilla expresión de fe. Fue una noche de alegría y de comunión. Una noche de expectativas por los resultados de un trabajo anticipado.
Un doble motivo reunió a los piuranos en este recital: alentar el espíritu de misión en el marco de la Gran Misión Continental.
Y, por otro lado, reunir algunos fondos que permitan responder al reto de completar el templo de la Parroquia Santa Rosa.
Un motivo espiritual y otro material pero siempre con el horizonte de hacer crecer la fe. Desde el primer momento notamos que los miembros de la parroquia están comprometidos con la labor apostólica y con el trabajo organizado par aliviar las necesidades materiales de la Iglesia.
Fue muy alentador para nosotros el espíritu de trabajo que encontramos y ello, a la vez, nos permitió compartir en comunión el amor a la Iglesia.
La experiencia musical nos permite dar, pero sobre todo recibir. Y esto es precisamente lo que hemos vivido en nuestra corta estadía en Piura.
Esperamos que el Señor nos regale abundantes frutos de este encuentro de fe para que renovados asumamos incansablemente la tarea asumida de anunciar al Hijo de Santa María a través de la música.
Una especial gratitud a Dios y a todos los que organizaron este concierto en Piura.